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Poesía a la PLENITUD


También te he escuchado, y he mirado como es que nos ensañas a liberar aquello que nos estorba, son ruidos que nos rodean y que se asemejan a una turba. Mi niñez te honró como el hombre de prosperidad y ahora mi adultez, te deja con cierta austeridad. Pero ya no, quiero que grites, que tengas la libertad para decir lo que te apetece, lo que te preocupa y lo que te adormece, habla como quieras y permite que salga lo que te enloquece. Escribo en honor a la libertad, si logras hacerlo, es mas probable que yo también pueda lograrlo... (Pensando en mi abuelo).