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CREER, es posible



Hablar de fe implica para muchos una relación directa con las religiones. Casi todas vinculan la fe como parte de sus prácticas y rituales. Sin embargo, quiero referirme a la fe como una habilidad que da por hecho aquello que para otros, que no practican la fe, no existe.

Desde la perspectiva psicológica, la fe puede mirarse como un continuum de crecimiento. Se puede hablar de ese Poder que no se comprende en su totalidad, pero que integra aquello que se espera y que no se ve.  

Y así, como lo refiere la Biblia en el primer libro dirigido a los Corintios en el capítulo 13 y el verso 13, la fe antecede a la esperanza para alcanzar el amor. Una lógica expresada en forma atrevida pero que desde la psicología nos ayuda darle sentido al origen del desarrollo de la moral del ser humano desde aquello en lo que se puede creer y que no se ve.

La fe, es un estilo de vida que se da a partir de la constante cercanía con Dios. Vivir solo por hoy, es un modo creer que hoy es posible, hacer planes para un futuro próximo o lejano, es una forma de creer que será posible.

Cada día y cada instante, creemos que las cosas pueden ser, eso es fe. El tamaño de nuestra fe depende de una vida Espiritual que integre un Poder Superior (Dios), y vivir esa vida Espiritual es una decisión personal.

La fe es innata al ser humano, ¿no crees?

REFERENCIAS.

Pereyra, Mario. (1996). La psicología de la sociedad postmoderna: Una perspectiva escatológicaDiálogo, 8(3), 13-15.

Gashugi, Leonard K. (2000). No todo está a la venta: Una perspectiva bíblica de la economíaDiálogo, 12(1), 16-19.